

«El poder de la prevención: Cómo la termografía puede ayudar a detectar problemas antes de que ocurran»
Mantenimiento preventivo
En cualquier sector, en algunos más que en otros, siempre es recomendable que predomine el enfoque del mantenimiento preventivo frente al correctivo, y aunque este último sea finalmente ineludible, conviene que se pueda programar para aquellas oportunidades que no supongan un coste adicional en forma de cortes de servicio o en reparaciones más costosas. En definitiva, y a modo de resumen, se enumeran a continuación las ventajas de este enfoque:
- Optimización de la eficiencia operacional: El mantenimiento preventivo asegura que los equipos y sistemas estén funcionando a su máxima eficiencia, lo que puede ayudar a reducir el consumo de energía y los costos operativos. Además, al prevenir averías y fallos, se minimiza el tiempo de inactividad no planificado y se mejora la productividad.
- Prolongación de la vida útil del equipo: La detección temprana y la solución de problemas menores pueden prevenir el desgaste excesivo y prolongar la vida útil del equipo. Esto puede resultar en un retorno de inversión más alto en el largo plazo.
- Mantenimiento planificado: A diferencia del mantenimiento correctivo, que puede requerir una acción inmediata y a menudo imprevista, el mantenimiento preventivo se realiza según un cronograma preestablecido. Esto permite una mejor planificación y utilización de los recursos.
- Reducción del riesgo de fallos catastróficos: Los equipos críticos que experimentan fallos pueden tener un efecto devastador en las operaciones. El mantenimiento preventivo puede ayudar a identificar y solucionar problemas potenciales antes de que se conviertan en fallos catastróficos.
- Mejora de la seguridad: Los equipos que no funcionan correctamente pueden representar un riesgo para la seguridad. El mantenimiento preventivo ayuda a asegurar que los equipos estén en buen estado de funcionamiento, lo que puede mejorar la seguridad de los empleados y reducir el riesgo de incidentes relacionados con la seguridad.
Pues bien, en el caso de la Termografía, que es una técnica de Ensayos No Destructivos (END), nos brinda una herramienta insustituible para adoptar un programa de mantenimiento preventivo, pero con las ventajas de no necesitar contacto con el objeto a inspeccionar, algo que es muy relevante en ciertos casos, en los que predominan condiciones del entorno con muy altas temperaturas, como acurre en hornos industriales, o puedan resultar muy peligrosos, como ocurre en el caso de la electricidad, máxime si nos referimos a trabajos en alta tensión, o transformadores que en muchas ocasiones están en espacios confinados, donde las medidas de temperatura hay que efectuarlas en «vivo» mientras los sistemas están energizados.
A modo de ejemplo, en un transformador eléctrico, la detección de un terminal mal apretado, o un fallo de aislamiento, que resultarán en aumentos de temperatura anormales, son solamente dos fallos simples que, si no se detectan a tiempo para solucionarlos, eventualmente causarán una avería más grave o incluso un incendio. La lista de ejemplos se haría interminable si pretendiéramos exponer aquí todos los casos, pero intentaremos ir publicando posts que describan fallos en distintos sectores, desde el industrial al aeronáutico, pasando por otros muchos.
Como en otras disciplinas de ingeniería, contamos con algunas normas redactadas por distintos organismos para conseguir la calidad óptima y tener una referencia de que efectivamente los trabajos e inspecciones se realizan bajo esas premisas.
En el caso que nos ocupa, el de la termografía, las normas ISO que rigen en este campo son la ISO 18434-1:2008 (Condiciones de vigilancia y diagnóstico de máquinas – Termografía – Parte 1: Procedimientos generales) y la ISO 18436-7:2014 (Condiciones de vigilancia y diagnóstico de máquinas – Requisitos para la calificación y evaluación de personal – Parte 7: Termografía) además de otras, también de ISO, y que conviven con normas de los estándares MIL, ASTM, ANST e IEC.
En otra entrada, en un futuro, nos ocuparemos al menos de conocerlas con más detalle.
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«El poder de la prevención: Cómo la termografía puede ayudar a detectar problemas antes de que ocurran» Mantenimiento preventivo En cualquier sector, en algunos más que en otros, siempre es recomendable que predomine el enfoque del mantenimiento preventivo frente al correctivo, y aunque este último sea finalmente ineludible, conviene que se pueda programar para aquellas…
